La decoración interior tiene como propósito crear experiencias a partir del espacio. Ya sea en nuestro hogar, oficina, un restaurante, un sitio público o cualquier otro lugar, a todos nos gusta un entorno acogedor. Para lograr crear esta armonía, se requiere hacer un análisis creativo de la arquitectura y definir el ambiente que transmitirá dicha estancia.

Esto puede convertirse en algo tedioso cuando no tenemos una guía sobre la cual empezar a reinventar nuestro espacio. Pero no te preocupes, te compartimos las bases fundamentales que debes seguir para obtener la estética que buscas.

Arquitectura
La arquitectura del área es nuestro lienzo en blanco. Identifica los elementos distintivos del lugar y trabaja sobre ello para potenciar su encanto al aplicar decoración y diseño. Sea un inmueble antiguo o contemporáneo, sería un delito no usar los detalles que lo identifican a tu favor.

Propósito de la habitación
Ya que definas los elementos que le hacen especial, es hora de asignar la función que le darás al cuarto (recámara, bar, comedor, sala de estar o televisión, cuarto de juegos, etc.). No solo se trata de verse bonito, sino que también es primordial agregar practicidad de acuerdo a su fin. Así podremos determinar los componentes ideales que le darán vida.

Dimensiones
Medir y respetar las dimensiones es imprescindible. Antes de tomar una decisión final, utiliza el metro para conocer con precisión las proporciones del área. Siempre es mejor garantizar y proyectar sobre la realidad antes de llevarnos una desagradable sorpresa.

Ambiente
¿Cómo te gustaría sentirte allí? ¿relajado, eufórico, listo para trabajar? El sentimiento que deseas transmitir a ti y a quienes residen en el espacio regirá la selección de la gama de colores, Iluminación, materiales, texturas y el contraste de tamaños en los objetos que integrarán la habitación. Si se trata de tu hogar, la decoración debe hablar de ti. Busca accesorios que representen tu personalidad y tengan un significado para ti.

Punto focal
Define ese centro de atención que acapara las miradas, pues será el alma de la habitación. Por lo regular este protagonismo se encuentra en un gran ventanal, una chimenea o una pintura. Una vez que lo tengas bien identificado, este marcará la pauta decorativa, es decir, los elementos deben ser colocados de tal forma que impulsen el resplandor de nuestro punto focal.